17.9.09

¡Hace calor!

"Varias horas permanecí con el termómetro bajo la axila, hasta empezar a sentir los primeros movimientos. Al fin, abrí el brazo suavemente para sacar los restos de la ampolla rota y dejar que los nuevos termometritos se arrastraran hasta mi hombro. Incliné la cabeza hacia ellos: en su dulce media lengua de mercurio me llamaban -mamá-". (Cazadores de letras, 2009)
Qué suerte la de María Shua. Yo no fui madre, en cambio el termómetro marcó el resultado de una intensa fiesta del día de la patria...

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