7.2.10

El verdadero ciudadano

Tuve un encuentro afortunado con el círculo de amigos que tuve en la prepa. De esos que se dan en eventos sociales muy "random", como una boda, graduación o el cumple masivo del amigo popular. Es interesante "ponerse al día" con este tipo de personas, que influyeron en mis pensamientos pubertos de su tiempo, siempre y cuando el protocolo de ¿a qué te dedicas? ¿ya terminaste? ¿desde cuándo trabajas? bla bla bla, sea breve.
Por supuesto nos interesa llegar a la parte de los chismes: "¿supiste que chipila se casó?" "Sí... al final se cambió de carrera" "No manches, se fue a vivir con su wey y ya tienen una hija" "¿Rita?, igual que siempre, no cambia" Toda esta conversación trivial me llevó a descubrir que uno de mis amigos más queridos (con quien no había hablado hacía un montón) dejó la carrera y se volvió taxista.
Pttsss... cómo se lamentaron mis amigos...que si está desperdiciando su vida, que si se tiró a la mierda que si esto que si l'otro..
al principio no supe qué pensar, quizá compartía su opinión, quizá no.
Las personas más interesantes que he conocido en mi vida son taxistas. Al igual que los bomberos, ser taxista es una labor que nace de la necesidad... y una vez que entras no será fácil salir.
Taxista. Este eterno conductor conoce la calle, la vive. Es la persona más culta, en el sentido de realmente conocer a las personas, sus problemas, sus intereses... escuchar a un taxista es todavía mejor que ver un documental de Louis Theroux (exagero, pero sí que se le parece).
Hasta canción tiene el susodicho, con un sabroso toque tropicalón.
Un 3088 en 2934 División del Norte o un 2035 con 8803 dirección Cuauhtémoc... si el taxista es parte de una red organizada podrá utilizar todas esas claves (ja se necesita una excelente memoria)
Au contraire, el taxista se vuelve más vulnerable a asaltos o persecuciones, también puede pasar 5 horas en el tráfico aguantando los efectos del periodo menstrual de una mujer o a una bola de chiquillos inquietos (¿ya llegamos? Tengo hambre, hace calor, quiero dulces).
El taxista tiene respuesta para todo. Que si el embotellamiento por la inundación. Que la historia de la colonia. Que la marcha por los derechos de los pescados...
Así que mi querido bla... si has decidido ser parte de esta vida tan cotidiana pero intensa, adelante. Ama lo que haces y siéntete orgulloso de tus decisiones. Ahora bien, si decides que la yegua te quedó muy grande... siempre puedes volver a terminar la carrera y ser un godinez más en el mundo. Sea lo que sea, lo importante es que te sientas libre y feliz.

4.2.10

روح المياه

Llovía y llovía en Andalucía. El agua rellenaba el aljibe del patio en la mezquita. Luego escurría en los canales labrados en el suelo empedrado y apagaba la sed de cientos de coloridos naranjos. En el interior, susurros hacen eco entre las columnas del templo. La tenue luz de las velas acaricia su doble arquería en tonos cálidos. Miles de figuras fantasmagóricas se mezclan con el misticismo del lugar. Rezan juntas en dirección al Mihrab. El agua corre, suavemente, desemboca en pequeñas fuentes al nivel del suelo y continúa su camino, distribuyendo vida a su paso. El sonido del sagrado líquido se funde con las oraciones del templo. La mezquita late, está viva.