Rómpase en caso de guerra

De verdad que la vida es juguetona... por momentos parece ser monótona, por momentos es una descarga de adrenalina. Cuando alguien, como yo, vive en su burbuja de seguridad olvida que la vida tiene muchas opciones que ofrecer. Aunque todas esas opciones se ven reducidas a lo que la masa nos hace creer que es lo mejor para nosotros: un trabajo seguro, un novio fiel, un grupo de amigos divertidos...
De repente, aparece el ser en el que he depositado todas mis expectativas de lo ideal, aquel que guarda su distancia a exactamente 9 mil 105 km con 79 metros... "Me voy lejos, a trabajar en una base militar en un país en guerra, regreso en un año".
¡Qué quiere decir con eso! ¿que tendré que estar pendiente de todo periódico, noticiario, blog y twitter para saber que está bien? ¿que nos cartearemos bajo la lluvia como en las películas de extrema miel? ¿que regresará rapado y con un bulto por equipaje, con la esperanza de casarse y vivir en los suburbios con un labrador color miel?
Cuántos estereotipos nos deja ..che Hollywood. ¿Qué es realmente vivir en guerra y lo peor, regresar de ella?
"¿Vendrías conmigo?" me pregunta. ¿Vale la pena vivir una guerra que no es la mía...por amor? ¿eso es amor?
Sólo sé que en caso de guerra, sea nuclear o moral, esta cómoda burbujita tendrá que romperse.

¡Hace calor!

"Varias horas permanecí con el termómetro bajo la axila, hasta empezar a sentir los primeros movimientos. Al fin, abrí el brazo suavemente para sacar los restos de la ampolla rota y dejar que los nuevos termometritos se arrastraran hasta mi hombro. Incliné la cabeza hacia ellos: en su dulce media lengua de mercurio me llamaban -mamá-". (Cazadores de letras, 2009)
Qué suerte la de María Shua. Yo no fui madre, en cambio el termómetro marcó el resultado de una intensa fiesta del día de la patria...

Amor en automático

Una amiga me prestó un libro... Temblando de felicidad me despido. En él...fórmulas y lenguajes de amor desde tiempos de la Revolución. Cartas de cortejo, felicidad eterna, lisonjeras, cartas prohibidas, a escondidas, tentaciones, ruptura...
A mis 23 años he vivido gran parte de esta inmensa gama que va desde un amor intenso a una tortuosa decepción. Quien controla el amor, tiene el poder.
Sonrío al pensar en las cartas que escondía en el hueco de la raíz de un árbol, en el parque frente a mi casa, cuyo destinatario recogería horas más tarde. Me estremece recordar la emoción que sentía cuando hallaba su respuesta debajo de una losa junto a la fuente del mismo parque. Era un juego de niños, un juego de amor inocente y puro.
Al igual que los cuerpos se van desarrollando, el amor madura y se convierte en algo más exquisito, como el vino añejado, es posible deleitarse con las tonalidades que la luz deja ver a través del cristal... el amor toca la punta de la lengua y juguetea con las papilas gustativas, finalmente provoca esa sensación de bienestar que hace desear, a quien sea, abrir los ojos para descubrir las bondades del paraíso.
El siguiente trago es inesperado y todo éxtasis se ve reducido a una amarga decepción.
Quedan más botellas en la cava, quedan más sensaciones por descubrir. Ninguna será mejor que otra, todas cumplen con su cometido de brindar una experiencia única, ya sea dulce o amarga, es exquisita... es la vida.

Crónicas del gym

Existen infinad de combinaciones de actividades y demás para armar el itinerario de la vida cotidiana. Algunos estudian, otros trabajan, hay quienes hacen "nada"...
Al fin y al cabo terminamos por crearnos una lista de actividades que se vuelven parte de nuestra vida diaria.

Yoy voy al gimnasio. Ni tengo músculos muy desarrollados ni ha desaparecido la pequeña pancita que me caracteriza. Pero he encontrado en el deporte algo peculiar. Es curioso todo lo que puede ocurrir en este tipo de lugares. Cada persona es muy interesante, desde el gordito que suda montones hasta el fortachón con cuerpazo y las próximas "Miss México" (si no fuera por la edad de algunas).

Ir al "gym" siempre es divertido. Si es con amigos la experiencia cambia muchísimo, pues es más difícil observar si se está en la chorcha. Prefiero ir sola, es más fácil concentrarse en cada actividad.