10.7.12

Terror interrumpido


El filoso chillido de un gato me pellizcó el oído. El sueño me abandonó de inmediato. Vagué insomne por el pasillo hasta llegar al sótano. Abrí la puerta y el sofocante y húmedo aire del cuarto golpeó mi rostro. Entré sin vacilar. Cada paso retumbaba en el cavernoso ambiente. Un sueño deletéreo invadió mi cuerpo y desmayé.

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