4.2.10

روح المياه

Llovía y llovía en Andalucía. El agua rellenaba el aljibe del patio en la mezquita. Luego escurría en los canales labrados en el suelo empedrado y apagaba la sed de cientos de coloridos naranjos. En el interior, susurros hacen eco entre las columnas del templo. La tenue luz de las velas acaricia su doble arquería en tonos cálidos. Miles de figuras fantasmagóricas se mezclan con el misticismo del lugar. Rezan juntas en dirección al Mihrab. El agua corre, suavemente, desemboca en pequeñas fuentes al nivel del suelo y continúa su camino, distribuyendo vida a su paso. El sonido del sagrado líquido se funde con las oraciones del templo. La mezquita late, está viva.

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