9.11.08

Una vida dura pero heroica

Desde hace mucho dejé de tener esos mal viajes cuando, por ejemplo, te pones a pensar que será de ti cuando acabes de estudiar, o si vas por un buen camino hacia lo que te gusta o el miedo al fracaso... también casi he dejado de fumar, no voy a negar mi gusto por un cigarrito de vez en cuando una tarde durante el fin de semana. Ahora hago más ejercicio, me organizo mejor, leo más, me enojo menos (supongo...) y tomo más agua que cerveza.
El miércoles pasado me di cuenta que personas felices como yo, somos comodinas y nos arreglamos nuestro mundito para que todo esté bien para nosotros...
En uno de esos trabajos de producción y entrevistas en video que nos dejan en la carrera de Comunicación, se nos ocurrió entrevistar a una mujer encargada de la capacitación de bomberos, brigadas y cuerpos de emergencia para empresas. Fuera de esa gran máscara ruda de una mujer joven que tuvo que luchar por abrirse camino en un mundo varonil, enfrentarse a la muerte, a la tragedia, y al mismo tiempo ser madre soltera de cuatro.
Hace tres años tuve la oportunidad de entrevistar también al cuerpo de bomberos de la delegación Benito Juárez, ahí surgió mi interés por el heroico trabajo de gente que inicia buscando cubrir una necesidad, pero termina por enamorarse de su labor de salvar vidas.
"Es como una adicción -me decía la bombera- una vez que salvas a alguien y lo miras a los ojos, el agradecimiento que comunica su mirada es la mejor paga". Ese miércoles cinco de noviembre pudimos ver una muestra a escala de lo que se enfrentan estas personas, fue entonces que me puse ese traje de bombero de 7 kgs y con una manguera me disponía a cesar el fuego de un tanque de gas que se incendiaba adrede para llevar a cabo una práctica de chorro de agua. El miedo me invadió de inmediato, flamas de 10 metros de altura rugían frente a mí. Al final, mi equipo y yo conseguimos apagar el fuego a punta de gritos y regaños de los bomberos quienes nos instruían en esta práctica. Mis respetos al Heroico Cuerpo de Bomberos, de México y de todo el mundo, quienes día con día arriesgan su vida por resguardar la de otros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te estás haciendo una persona ordinaria y normal!!!! cómo que menos agua que cervezcos?!?! Como que un cigarro de vez en cuando?! cómo que más ejercicio?!?!?! Me da el supiritaco.

Andrea dijo...

jaja lo decidí el día que me corté y en vez de sangre salía Indio con clamato