13.3.08

¿Hasta qué punto?

El pensamiento católico nos dice que debemos amar a nuestro prójimo, ¿y qué es amar? ¿sacrificio? ¿entrega?..
¿hasta qué punto debemos llegar sin lastimarnos nosotros también? ¿o acaso es egoísta pensar en nosotros mismos? ¿no debemos amarnos también y así amar a los demás?

El egoísmo tiene distintas fronteras para todos. Hasta que punto puedo entregarme y permanecer en un punto seguro, ¿o acaso querer permanecer con seguridad es ser egoísta? Esta semana salí a manejar un poco con mi mamá para perderle el miedo al volante, estuvimos casi dos horas dando vueltas. Cuando llegamos a Universidad y Parroquia se armó un pequeño tráfico, sólo recuerdo que en el siguiente momento que volteé vi a una señora, como de unos 70 años, tropezar y volar por los aires hasta darse un trompazo en la banqueta. En ese momento, pude visualizar la escena como si alguien la hubiera tomado en cámara lenta, oía a lo lejos unos ruidos que no alcanzaba a distinguir y mis manos tantearon el aire por unos segundos.

Un jalón muy fuerte me hizo regresar a la realidad, los ruidos se convirtieron en los gritos de mi mamá y pitidos de varios autos que hicieron fila atrás de mi. Mi primera reacción fue el tomar nuevamente el volante y acelerar para evitar un choque masivo. Dejé a la señora atrás. En ese momento me sentí triste.. impotente, no puedo creer que haya estado a punto de tener un accidente. Esta vez estuvo mi mamá para llamar mi atención. ¿Cuántas veces nos encontramos con este tipo de cosas en el camino.. que a pesar de tener buenas intenciones, a la larga (o a la corta), pueden hacer que nos hundamos?

Por más impotentes que nos sintamos, no podemos manipular el mundo a nuestro gusto.., las cosas son como son y hay algunas que están a nuestro alcance y otras que no.. esas hay que dejarlas que sigan su curso natural. Ese día lloré mucho, ese día sentí la impotencia en carne propia, no pude ayudarla, no pude hacer nada.. tuve que pensar primero en mí.. ¿acaso fui egoísta? depende como lo vean, por lo pronto.. a hacer lo que está en nuestras manos.. a no intervenir en lo que no nos corresponde.. así no seremos egoístas o desinteresados, sino humanos que reconocen sus limitaciones.

3 comentarios:

bfheymann dijo...

Pocas, muy pocas cosas están en nuestro poder. Las vidas ajenas depende de ellas, de todo menos de nosotros. Es frío, es cruel... pero es verdad. Dejar caminar, para poder caminar,

Taifon dijo...

si uno no llega es porque no quiere extender la mano...

Roberto Rivadeneyra dijo...

Hobbes calificó al ser humano como egoísta por naturaleza. Si lo analizamos detenidamente, la afirmación es cierta. Aquí no me detendré al análisis profundo de dicha sentencia, pero sí te diré que no hay que temerle al egoísmo, siempre y cuando éste sea en bien de la comunidad y el tuyo.

Alguna vez viví una experiencia similar y desafortunadamente, como tú, no pude quedarme a ayudar. El vertiginoso andar diario complica el "ser humano", aunque no debería...